Cómo hacer un disfraz de mimo casero perfecto
¿Quieres conseguir un auténtico disfraz casero de mimo? Si quieres pasar una tarde de lo más divertido haciendo que los niños jueguen entre ellos o incluso si te prestas voluntario o voluntaria para hacerles una función especial, puedes sorprenderles con un traje de mimo, uno de los más sencillos de hacer en casa. Lo mejor de todo es que para ello se pueden utilizar muchas de las prendas que se tengan ya en el armario, así saldrá mucho más barato hacerlo y será más original.
El maquillaje es indispensable y una base de color blanco, que puede comprarse en una tienda de disfraces nos proporcionará el aspecto requerido. Nos pondremos el maquillaje cubriendo toda la cara hasta que ésta quede blanca, siempre usando una esponja para repartirla homogéneamente por la cara. Además es recomendable usar algún polvo fijador para poder tener durante más tiempo el divertido aspecto de los mimos sin que el maquillaje se vaya.
Con maquillaje oscuro podremos pintarnos los ojos y una lágrima bajo uno de ellos, otro de los rasgos característicos de un mimo. Los labios pueden ser rojos, con una barra de carmín cualquiera se puede conseguir un aspecto estupendo.
No podemos olvidarnos de perfilar los labios y los ojos con colores negros para conseguir un mejor efecto.
Un sombrero, unos tirantes, una camiseta blanca con rayas horizontales, un pantalón negro, calcetines y guantes blancos y finalmente unos zapatos negros. Esa es la base del disfraz de un buen mimo, aunque se pueden cambiar las prendas en caso de que no se tengan.
Cuando ya se tiene listo el traje de mimo lo único que queda es preparar una interpretación y hacer que todo el mundo se lo pase en grande y nosotros también, con objetos imaginarios, chistes y bromas hechos por gestos y todas esas cosas tan simpáticas que tienen todos los mimos.
