Disfraz de pollito casero para niños
Crear un disfraz de pollo para niños es una forma original y divertida de encandilar tanto a los más mayores como a los más pequeños de la familia. Además, contrariamente a lo que pueda parecer, es fácil, rápido y barato, no siendo necesario recurrir a artificios múltiples ni poseer especial destreza para la costura.
Únicamente necesitamos unos guantes amarillos, boas de plumas (blancas o amarillas), fieltro rojo, medias (blancas o amarillas), gorro o capucha, body, broches, hilo blanco, imperdibles y cola. Una vez que tengamos todos estos elementos simplemente necesitamos ponernos manos a la obra, siempre con una pequeña dosis de ilusión, paciencia y muchas ganas de disfrutar de nuestro trabajo. Además, al ser tan fácil de hacer es una ocasión perfecta para hacer una manualidad con los peques.
Las fases fundamentales para la elaboración son las siguientes:
1. En primer lugar, los pies se confeccionan introduciendo los zapatos, de tamaño pequeño, dentro de los guantes de plástico. Para que resulten perfectamente articulados sería ideal que los guantes fuesen rellenados con algodón o espuma. De la misma forma, las medias elegidas también se pueden rellenar con algodón a fin de que la patas parezcan más gruesas y graciosas.
2. En segundo lugar, para el cuerpo del pollo se necesita un body adecuado sobre el que se colocarán, de la forma más acorde que sea posible, las boas de plumas blancas o amarillas.
3. En tercer lugar, al gorro, preferiblemente de color blanco, se le acoplará una cresta realizada con fieltro rojo. A su vez, dicha cresta debe ser rellenada, igualmente, con algodón o espuma.
Realizados todos los pasos fundamentales, solo resta que el protagonista de nuestra creación se pruebe el disfraz con todos los complementos correspondientes. No debemos olvidar, asimismo, que lleve consigo una parte de nuestro afecto y la más tierna de nuestras miradas.